Río Hórmigo

Río Hórmigo

El río Hórmigo según el Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de la Isla de Cuba, de Jacobo de la Pezuela:

"nace en el Norte y corre hacia el Sur. Es vadeable, excepto en sus crecidas. Tiene aguas impotables, ni aun útiles para usos interiores. Le tributan caudal los ríos Cornito y Ahogapollos"^[2]
Jacobo de la Pezuela

Lo que no se consigna en la breve minuta enciclopédica es que el Hórmigo escurre su cauce bajo las arcadas de nueve puentes, todos distribuidos a capricho por todo lo largo de su trayecto citadino. De ahí que los haya periféricos, urbanos, suntuosos, plebeyos, pequeños, grandes, peatonales, automotores, recientes, antiguos, altos, bajos...

El primero se localiza en la zona de los laminadores, y a este les continúan los de las calles René Ramos, Martí, Lucas Ortiz, Vicente García, Colón, Heredia, accesos al cementerio y Circunvalación. La mayoría de estas armazones permite el tránsito vehicular. Solo los de las calles Heredia y Colón admiten exclusivamente el paso de peatones.

El que se localiza en la Carretera Central clasifica como el más connotado de todos. Se construyó en los años 30 del pasado siglo, cuando comenzó a proyectarse la importante vía que atraviesa a Cuba de un a otro extremo. Vino en reemplazo del llamado Puente Wood, que era de madera y databa de principios de siglo.

Se cuenta que muchas familias pobres pernoctaron bajo sus arcos en tiempos de la República burguesa, al no disponer de techos donde guarecerse.

Al Hórmigo y a sus rumores les cantó Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), un tunero considerado el mayor exponente de la poesía bucólica cubana del pasado siglo.